Historia
A principios del siglo XVIII la medicina y la cirugía eran dos conocimientos ejercidos por personas distintas social e intelectualmente. Se podría decir que la medicina era una profesión y la cirugía un oficio. El médico se formaba en la universidad, leía y hablaba latín, la lengua científica del momento y tenía prestigio social. Mientras el cirujano, que se formaba con otro "colega", desconocía el latín (a veces ni siquiera sabía leer) y su prestigio social era muy inferior.
En 1718 Jean Le Combe (Juan Lacomba) es destinado como Cirujano Mayor de la Armada en el Hospital Real de Cádiz, donde se construirá, en 1728, un anfiteatro anatómico y una escuela de anatomía o escuela de practicantes hasta llegar en 1748 a la creación del Real Colegio de Cirugía, dentro de la Armada y en Cádiz.
Juan Lacomba fallece un mes después de la creación del Real Colegio y su labor es continuada por el nuevo Cirujano Mayor, Pedro Virgili.
Pedro Virgili y Balvé (o Bellver) (1699-1776) fue un cirujano tarraconense de Vilallonga del Camp, que coincidió con Lacomba al parecer en Cataluña, aunque el encuentro fundamental de ambos tiene lugar en el Hospital de Algeciras en 1727, durante el sitio de Gibraltar.
Virgili asciende primero a Ayudante de Cirujano Mayor (1731) y a Cirujano Mayor (1749), dirigiendo el Hospital y el Real Colegio. Y cuando asciende a cirujano de la Real Cámara (1758) y se traslada a la Corte conserva la dirección del Real Colegio hasta su fallecimiento.
En julio de 1750 entran los primeros colegiales. La selección de los aspirantes se hace de manera minuciosa, debiendo presentar certificado de limpieza de sangre, además de acreditar saber leer, escribir y contar.
Los colegiales tendrán un novedoso y rígido sistema y horario de formación como alumnos internos, con su sueldo y raciones de mantenimiento como militares que eran, y a los que se les mantenía para tener la mejor formación posible, siendo expulsados si no cumplían el objetivo propuesto.
Un importante hito fue la inclusión de las Asambleas semanales por las que profesores, colegiales y otros cirujanos navales presentaban y discutían actuaciones profesionales, casos clínicos o puntos de doctrina. La mayoría de ellos se han conservado escritos y conforman las denominadas Observaciones.