Los estudios realizados a partir de las excavaciones desarrolladas en Cueva de Ardales y Sima de las Palomas de Teba confirman una importante presencia en ambas cavidades de frecuentaciones por sociedades cazadoras-recolectoras paleolíticas, tanto de neandertales en Paleolítico medio, como de humanos anatómicamente modernos (HAM) en el Paleolítico superior.
Hemos conseguido tener una amplia serie de dataciones (más de 90 con varias técnicas -14C, TL, OSL, U/Th) de ambas cavidades que nos ayudan a comprender las ocupaciones humanas en estos territorios del Guadalteba (Andalucía central, sur de la península Ibérica) por ambas poblaciones.
La evidencia estratigráfica y las nuevas dataciones obtenidas en ambas cavidades nos han permitido obtener una secuencia arqueológica paleolítica de gran interés:
Paleolítico medio. Modo 3 (CA-Zona 3. Capas k a 6 y zona 5. Capas 3 y 5. Capas 3 y 4. SP-Perfil interior. Capas 9-11 y 6-7).
Paleolítico superior. Modo 4. Gravetiense (CA-Zona 2. Capas 15-16. Zona 5-Capa 2. SP-Exterior-Capa 5).
Paleolítico superior. Modo 4. Solutrense (CA-Zona 2. Capas 13-14. SP-Exterior. Capa 6).
Neolítico (CA-Nichos entrada. Galerías Altas. Zonas 2 y 5-Capas superiores. SP-Exterior. Capa 4).
Calcolítico (CA-Galerías Altas. SP-Sondeo exterior. Estrato 4).
En Cueva de las Palomas y en el territorio inmediato de los ríos Turón, Guadalteba y Guadalhorce hay registros de ocupaciones previas por poblaciones preneandertales del Paleolítico inferior.
Según las evidencias estratigráficas recogidas en la zona 3 los humanos entraron en Cueva de Ardales hace más de 58.000 años, durante el Paleolítico medio. En esta zona, la ocupación termina alrededor de 43.000 BP. Cueva de Ardales fue visitada de manera reiterada y con fines eminentemente simbólicos. Dataciones realizadas sobre las costras superiores a las pinturas por U/Th indican que poblaciones neandertales han sido las autoras de las manifestaciones gráficas, con cronología superior a 64.000 años. Esto confirma sus capacidades cognitivas. También el uso y manipulación de ocre por estas poblaciones.
Cueva de Ardales continuó siendo visitada, de manera reiterada y con fines eminentemente simbólicos en el Paleolítico superior por poblaciones humanas anatómicamente modernas (HAM), con nuevas formas y estilos propios del Paleolítico superior, conteniendo una temática característica de animales, mujeres y signos.