Abundantes son las imágenes religiosas en los vinos con personajes bíblicos como Noé, Moisés, el Rey David o Jesucristo. El abanico simbólico se amplía a Vírgenes, Santos y Querubines. 

San Cayetano, San Luis o Santa Rosa nos presentan las bondades del vino como tónico curativo y reconstituyente, tanto para sanar, como para prevenir enfermedades.

También aparecen etiquetas dedicadas directamente al Papa Pio XII, a la Semana Santa, al Evangelio o a órdenes religiosas como el “Franciscano” de Luis Caballero.