La primera editorial que usa el término “novela gráfica” es Vértice en 1969. Su objetivo era presentar los cómics en un formato diferente al de la revista tradicional, de modo que pudiera esquivar más fácilmente a la censura, especialmente dura con las publicaciones infantiles y juveniles.
Sin embargo, en la década de 1980 aparecen las colecciones de “novelas gráficas”, que son cómics de mejor papel y edición más cuidada, con mayor número de páginas e historias autoconclusivas, que tanto Marvel como DC venden como un producto lujoso y más “sofisticado”.
No obstante, con el paso del tiempo el término se ha ido diluyendo, y hoy día se puede usar “novela gráfica” tanto para referirnos a una historia original y adulta, como para hablar de un tomo donde se recopilan varias historias que han sido publicadas en el formato revista tradicional.
Una parte del público prefiere el término “novela gráfica” por considerarlo más adulto y menos estigmatizado que “tebeo” o “cómic”.